Utilizando microscopía electrónica de barrido (SEM) acoplada a espectroscopía de rayos X por dispersión de energía (EDS), se analizaron más de 15.000 partículas presentes en el aire a lo largo de un año. El estudio revela cómo las actividades humanas, especialmente la quema de caña de azúcar y el tránsito vehicular, impactan en la concentración de material particulado (PM), una de las principales amenazas a la salud ambiental y humana. El trabajo compara dos períodos clave: la zafra cañera de 2019 y la del año 2020, marcada por las restricciones de movilidad impuestas por la pandemia de COVID-19. Los resultados son contundentes: durante el confinamiento, la disminución de vehículos en circulación redujo notablemente la concentración de partículas finas contaminantes (PM2.5), a pesar de que ese año se quemó una mayor superficie de cañaverales. Además de evidenciar la influencia directa de la actividad humana sobre la contaminación del aire, el estudio demuestra la utilidad del enfoque SEM-EDS para identificar el origen de las partículas, ya sean de tipo carbonoso (producto de la combustión) o terrígeno (provenientes del suelo). Esta herramienta permite no solo observar la forma y tamaño de las partículas, sino también determinar su composición química, información clave para diseñar políticas públicas de mitigación. Este trabajo, fruto de la tesis de Maestría en Gestión Ambiental de Enzo R. Marcial fue dirigido por el Dr. Diego Corregidor (ILAV) y la Dra. Virginia Helena Albarracín (CIME), y representa un valioso aporte al conocimiento ambiental de la región.
Para respaldar los resultados obtenidos por SEM, investigadores del Laboratorio de Estudios Atmosféricos (LEA-INQUINOA-CONICET-UNT) registraron también los niveles de gases NOx (óxidos de nitrógeno) mediante imágenes satelitales provistas por el satélite Sentinel-5P. Se observó que las concentraciones de NOx fueron significativamente más altas en 2019 —año sin restricciones de circulación— y disminuyeron en 2020 durante el confinamiento, coincidiendo con la caída de partículas PM2.5. Esta coincidencia refuerza la hipótesis de que el tránsito vehicular es una de las principales fuentes de contaminación atmosférica urbana en Tucumán, más allá de la quema de biomasa.
Los autores concluyen que es urgente fortalecer la normativa ambiental y aplicar estrategias específicas para reducir la exposición a contaminantes, especialmente durante la temporada de zafra. Este estudio destaca el rol de la ciencia local en la búsqueda de soluciones sustentables para nuestras ciudades y abre el camino hacia nuevas tecnologías para el control ambiental.
El estudio fue liderado por el Becario Posdoctoral CONICET, Enzo R. Marcial, junto a Alexander Santucho Cainzo, Facundo Reynoso Posse, Rodrigo G. Gibilisco, Aida Ben Altabef, Diego H. Corregidor Carrió y Virginia H. Albarracín, directora de nuestro Centro.
El trabajo ya fue publicado como preprint en MedRxiv, disponible en el siguiente link:
https://www.medrxiv.org/content/10.1101/2025.06.23.25330139v1