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NANOTUBOS: LAS AUTOPISTAS SECRETAS DE LAS BACTERIAS PARA SOBREVIVIR A LA RADIACIÓN UV

El Laboratorio de Microbiología Ultraestructural y Molecular del Centro Integral de Microscopía Electrónica (CIME) ha publicado un descubrimiento fascinante en la revista Extremophiles. El estudio, titulado From genes to nanotubes: exploring the UV-resistome in the Andean extremophile Exiguobacterium sp. S17, revela un mecanismo de adaptación bacteriana poco conocido pero crucial en ambientes extremos: una “red de autopistas microscópicas” que permite a las bacterias comunicarse y sobrevivir bajo condiciones extremas.


Una Estrategia para Sobrevivir Al Extremo

Imaginen un entorno donde el sol irradia con una intensidad extrema, donde el agua contiene niveles tóxicos de arsénico y la salinidad alcanza niveles letales. En los lagos de la Puna Andina, ubicados a más de 3.500 metros de altitud, solo los organismos más resistentes pueden prosperar.

Sin embargo, Exiguobacterium sp. S17 no solo sobrevive en estas condiciones, sino que ha desarrollado una sorprendente estrategia para hacerlo: la construcción de nanotubos, estructuras membranosas que conectan células bacterianas entre sí. Este fue el foco de la investigación liderada por Virginia Helena Albarracín, junto con Fátima Silvina Galván y Daniel Gonzalo Alonso-Reyes.

Gracias a técnicas avanzadas de Microscopía Electrónica de Barrido (SEM) y de Transmisión (TEM) realizadas en el CIME, se logró visualizar la formación de estos nanotubos en respuesta a la radiación UV, lo que sugiere que estas estructuras podrían jugar un papel clave en la comunicación y la resistencia bacteriana.

Nanotubos: Redes Biológicas para la Supervivencia

Así como las autopistas y carreteras permiten el transporte de personas y bienes, facilitando la comunicación y el acceso a recursos, en el mundo microscópico los nanotubos desempeñan un rol similar:

  • Conectan bacterias entre sí, formando una red que mantiene la cohesión del grupo.

  • Transportan moléculas esenciales, como nutrientes, proteínas y material genético, ayudando a reparar el daño celular causado por la radiación UV.

  • Funcionan como un sistema de alerta, permitiendo que las bacterias intercambien señales y activen mecanismos de defensa cuando enfrentan condiciones adversas.

Lo más sorprendente es que, a mayor intensidad de la radiación UV, más nanotubos construyen las bacterias, lo que sugiere que esta "red de autopistas biológicas" es una respuesta adaptativa a entornos extremos.

La Microscopía Electrónica: Una Ventana al Mundo Invisible

Las imágenes obtenidas en el CIME, utilizando microscopios electrónicos de última generación, fueron fundamentales para visualizar con precisión estas estructuras nunca antes observadas en Exiguobacterium sp. S17. Gracias al análisis ultrastructural, se pudo:

  • Observar la formación y el crecimiento de nanotubos entre células bacterianas expuestas a distintas dosis de radiación UV.

  • Confirmar que estos nanotubos son estructuras membranosas sensibles a detergentes, lo que demuestra su composición lipídica.

  • Identificar diferencias en la morfología bacteriana antes y después de la exposición a la radiación UV.

Un Descubrimiento con Impacto Más Allá de la Tierra

Este hallazgo representa un avance clave en la microbiología extrema, ayudándonos a comprender cómo los microorganismos pueden sobrevivir en los entornos más hostiles del planeta. Además, abre nuevas preguntas en astrobiología. Si las bacterias de la Tierra han desarrollado estos mecanismos para resistir condiciones extremas, ¿podría existir vida en Marte u otros planetas con alta radiación UV utilizando estrategias similares? En biotecnología, este descubrimiento también sugiere aplicaciones innovadoras. Comprender cómo las bacterias se comunican y transportan moléculas a través de nanotubos podría inspirar nuevas tecnologías en microbiología aplicada, medicina y bioprocesos industriales.

Accede al Estudio Completo

La versión en línea del artículo está disponible en Extremophiles:

https://link.springer.com/article/10.1007/s00792-025-01383-5

Este estudio es un ejemplo del impacto de la investigación desarrollada en el CIME, y del poder de la microscopía electrónica para revelar los secretos del mundo microbiano. Desde Tucumán, seguimos explorando el universo invisible, impulsando la ciencia y la tecnología con impacto global.